RUTA 4.- LA PRESA DE LOS IRRIOS.

BREVE DESCRIPCIÓN.

     Salimos desde el pueblo en busca de la Cañada Real de Merinas a su paso por el casco urbano, para atravesar la comarcal M-622 hasta alcanzar el nuevo colegio público Divino Maestro. A partir de ese momento, el camino se convierte en una pista de tierra, muy ancha y bien conservada. Es un camino precioso que transcurre entre dehesas de encinas, de robles y sobre todo de fresnos, hacia la zona de Las Casillas. En esta ruta cruzamos los 4 arroyos más importantes del pueblo: Majaltobar, Peñota, Navarderas  e Irrios y también hay varios depósitos de la antigua red de aguas de Los Molinos, construídos con sillares de piedra en los años 40 con un estilo propio del lugar. Veremos también praderas y cambroñales. El último tramo  hacia la presa de los Irrios, ya dejando La Cañada, puede revestir cierta dificultad al tránsito por su estado actual de conservación, pero continúa , ya como sendero, rodeado  de cambroños y totalmente llano, hasta alcanzar la Presa de los Irrios.

FICHA TÉCNICA.-

Salimos del pueblo. Longitud 9 km. Altitud máxima: 1200 M. Desnivel:150 M. Duración: 4 h.  Dificultad: baja.

     Esta es una ruta que aglutina en su corto recorrido muchísimas cosas interesantes  y que aporta mucha información sobre la historia de nuestro pueblo y nuestro entorno. Para empezar es un paseo clásico de muchos molineros, muy cercano, y de  muy fácil de acceso. Lo utilizamos habitualmente para pasear, para hacer deporte, y para disfrutar. El destino de la ruta es un lugar emblemático de Los Molinos y que no por ser tan conocido, deja de ser interesante. Esta es una ruta de las elegidas para hacer practicables para todo tipo de público, incluídas las personas y  los colectivos de personas con discapacidad y con dificultades de acceso a la naturaleza. En un principio, los valores que nos aporta,  ambientales, históricos y de vegetación son muy importantes y qué decir de los usos del hombre del medio, a lo largo del tiempo. Para empezar, desde su comienzo caminamos por un camino histórico importante como es la Cañada Real de Merinas, que es una importante Vía Pecuaria, que pasa por nuestro pueblo desde tiempos remotos,  y que podría tener cerca de los 1000 años de historia. Como su propio nombre nos indica, se utilizaba para unir otras cañadas más grandes e importantes y era un paso de ganado especialmente  utilizado por los rebaños de ovejas en su camino trashumante de las zonas más frías y húmedas del norte a las dehesas  de Extremadura más cálidas en invierno, y luego al revés, en busca de los verdes parajes del norte en verano… de forma muy resumida, podemos decir que es un camino ganadero, con mucha historia a sus espaldas, y que ahora ya no tiene los usos para los que fue concebida , aunque aún  conserva ese carácter ganadero, cercano, desde siempre en nuestro pueblo. Además estos caminos, son de uso público, son rutas verdes que se han conservado a lo largo de los siglos, y de las que todos podemos disfrutar,  caminando, a caballo o en bici… pero en las que el tráfico rodado, de vehículos a motor está prohibido, salvo autorización expresa para usos ganaderos o agrícolas. Esto quiere decir, que cuando caminamos por este  recorrido, que tanto conocemos, y que tantas veces lo hacemos, no debemos olvidar que  no lo hacemos por cualquier sitio, sino por un camino importante y con mucha historia, con todo lo que significa eso, y esa componente nostálgica que ello conlleva. Debido a su uso desde hace tantos años por el hombre… podemos encontrar en su trazado algunos elementos que el hombre en su devenir constante en este entorno, ha necesitado para diversos usos, como lo son esos famosos y conocidos 3 depósitos que podemos ver a lo largo de su recorrido, construídos con sillares de piedra de granito seguramente  de las propias canteras que había en el pueblo desde tiempos remotos… con una construcción típica serrana, y un diseño particular debido a un arquitecto muy conocido en el pueblo, llamado Rodríguez Quevedo. El uso evidente de estos depósitos, fue para la antigua red de aguas de Los Molinos,  y que se ha estado utilizando hasta hace poco tiempo, para el consumo de agua en el municipio. Se construyeron en los años 40, y fueron pioneros en la zona de la sierra, en nuestra comarca. Si nos fijamos un poco, en este recorrido,  no deja de fluir  a través de sus arroyos, el agua que nos llena de vida y nos regala  el espléndido paisaje que cruza esta vía, son la joya de nuestro pueblo, son Las Dehesas y prados de Los Molinos. Moldeadas y conservadas a lo largo de los siglos, son la imagen y el reflejo más evidente de nuestra historia, y nuestra existencia en este lugar.  Se han cuidado con mimo, porque nos daban todo lo que necesitábamos para sobrevivir, en unos tiempos muy duros, y en un entorno  muy duro, en lo que ha sido y aún es un pueblo eminentemente ganadero. Encontramos en un principio dehesas de encinas, las últimas que podemos ver en la ruta, que nos recuerdan un pasado glorioso de bosque mediterráneo hasta  los pies de La Peñota,  después pasamos a ver prados espectaculares, en los que predominan los fresnos, señal de identidad del piedemonte de la Sierra de Guadarrama, y una verdadera joya  única en nuestro país… intercalados con robles ,  en las zonas menos encharcadas y más rocosas. Sumidos en este fuerte carácter humanizado de las dehesas,  su belleza no nos deja ver la alteración que han sufrido por el hombre y el uso intensivo del medio, para la ganadería. El aspecto actual de las mismas, no se parece mucho a la vegetación original, que componían bosques de Robles Melojos, dominantes en este terreno, y que llegaban hasta los 1700 m de altitud, y fresnedas mucho más densas, en los que el fresno dominaba, el panorama, en las zonas más húmedas y con suelos más profundos. El aspecto actual, es igualmente bello, pero distinto… los prados se despejaron para que hubiera más pastos, y los árboles se  quedaron solos, y dispersos en los prados, y por eso ahora podemos ver esos preciosos ejemplares de Robles y Fresnos enormes, y realmente preciosos, mucho más longevos y con troncos considerables. La dehesas y prados de Los Molinos,  están muy bien conservados,  y ahora tienen su ecosistema propio, en el que  pueden vivir numerosos animales, entre este bosque disperso, y el abundante matorral, que es donde anidan muchas de las especies que aquí viven,  y sacan adelante a sus crías, entre cambroños y zarzales, y matorral espinoso en general muy abundante en los mismos, y el que podemos ver fácilmente caminando entre ellos,  a numerosos pájaros y  aves, como El Mirlo, El Petirrojo,  La Abubilla,  El Pájaro carpintero, El Cuco, Las Tarabillas, Las Lavanderas y un sinfín de animales que llenan nuestros prados y dehesas de vida,  como el conejo, cada vez más  escaso, El Zorro, Los Jabalís o Los Corzos… todos ellos difíciles de ver…están escondidos…. en sus lugares preferidos y más recónditos de las dehesas,  o si no más arriba, en el monte. Así pues, en un breve recorrido por las dehesas, podemos conocer muchos aspectos interesantes de ellas, y de lo que albergan en su interior, y por lo tanto del valor ecológico importante que tienen y que deberíamos  valorar y olvidar esa idea que se tiene en general , de que no tenemos nada relevante en nuestras dehesa, ni en nuestro pueblo. No voy a dar una clase de ecología en esta descripción de la ruta, pero  tenemos la suerte de vivir en un lugar privilegiado y lleno de naturaleza,  y por eso esta ruta me parece muy apropiada, y muy interesante para conocer estos valores, estos paisajes, y todo ello,  por caminos muy fáciles, con poco desnivel y mucha historia. Para terminar, el objetivo final de la ruta, nos permite, desde un lugar privilegiado, al lado de la presa de los Irrios, contemplar en su totalidad desde una perspectiva elevada, todo esto que hemos visto en el camino,  convertido en paisaje único y maravilloso de la Sierra de Guadarrama.  Desde allí podemos ver las dehesas de robles y fresnedas desde Los Molinos hasta donde se pierde la vista, allá por El Escorial,  los hermosos cambroñales emblemáticos y endémicos de nuestra zona, los pinares serranos, y por último, las montañas. Dominadas en todo momento en Los Molinos, por la presencia imponente y  elegante de nuestra montaña La Peñota. ¿¿¿Alguien da más….???….